Sigifredo Orbegoso
Sin duda el 2019
será recordado como un año en el que se inició en serio la lucha contra la
corrupción. La misma que por décadas había venido minando las estructuras del
Estado y de toda la Sociedad peruana.
¿Cómo había
podido pasar tanto tiempo y a través de sucesivos gobiernos sin que nadie
hablara con voz suficientemente alta y menos hiciera algo para luchar contra
esta lacra que diezmaba al país? ¿No habrá sido porque - está probado - en ella
estaban comprometidas LAS MÁS ALTAS ESFERAS DEL PODER tanto Político como
Económico? ¿O es que se trata de una mera "casualidad" que los
ÚLTIMOS 5 PRESIDENTES peruanos desde Fujimori estén en la cárcel, procesados o
prófugos incluyendo un evasor SUICIDA y uno que no terminó su mandato, PPK,
porque lo vacaron?
Creo que la
respuesta cae por su propio peso. La corrupción que comienza en las cabezas
siempre es difícil de erradicar en el Estado como en una Institución. En estas
breves líneas no hace falta entrar en detalles sobre las ramificaciones de las
mafias en la organización de las Instituciones sobre todo jurisdiccionales
comenzado por sus altas jerarquías. Más bien esto explica la fortaleza de esas
mallas que servían de sustento a los corruptos. Si a esto agregamos el entorno
social y familiar de los comprometidos, entonces tenemos un estrato bastante
amplio para amortiguar la caída de los facinerosos.
Abogados
solícitos formaban cola para defender a grandes "personajes" que
pagaban bien y cuya defensa les permitía una gran publicidad gratuita. Hasta
allí no estaba mal. Pero luego fue evidente y probado que ellos no solo
defendían los derechos que de acuerdo al debido proceso correspondía a sus
patrocinados, sino algunos hacían de "consiglieris" para asesorar el
mejor modo de eludir la ley y burlar la Justicia. En allanamientos de
"Estudios" de estos se ha probado casos en que servían para ocultar
pruebas de los encausados. De algunos jueces y fiscales el hecho de que estén
en la cárcel lo dice todo.
¿Y dónde han
estado muchos intelectuales empeñados hoy en defender abierta o sibilinamente
los "derechos y libertades" de los corruptos? Nunca se ocuparon del
tema. Cierto que muchos otros han librado batalla desde los periódicos, libros
y la cátedra, sin tener militancia política tan solo por un imperativo moral.
En estos avatares no dejan de haber sorpresas singulares.
La más
reciente ha sido del domingo, proveniente del Dr. MAX HERNÁNDEZ expresidente de
la FEP en 1960 y hoy un destacado psicoanalista ya ochentón. En la primera
página de EL COMERCIO se leía: "Existe una pasión punitiva en el país
entero". A primera vista, un razonamiento "contrario sensu" nos
llevaría a pensar que ¿sería mejor que existiera una "UNA PASIÓN DE
IMPUNIDAD" como sin duda es la que ha venido viviendo el país por muchos
años? Precisamente de esa falta de reacción, de esa pasividad o COMPLICIDAD
para ser más exactos, es que el Pueblo peruano estaba cansado. Veía ya sin
asombro como fortunas surgían de la noche a la mañana y cómo personajes conocidos
y desconocidos habían hecho de la Política y los Partidos, formas
mercantilistas para hacer grandes NEGOCIADOS. Ahora se ve muy claro que a eso
se dedicaban antes que a GOBERNAR. Y no pasaba nada. Los peces gordos vivían de
los chicos y estos recibían protección de los grandes. Todos andaban en paz.
Como el mismo
Hernández recuerda, hace ya 20 años él fue Secretario Ejecutivo del llamado:
"ACUERDO NACIONAL" que como sabemos al estar por la triste realidad
que vive el Perú actual, pasó sin pena ni gloria. Allí se hablaron de muchas
cosas bonitas como los benditos consensos, concertaciones que los fujiapristas
del Congreso disuelto se morirían de risa; pero también se habló de algo muy
importante: dentro de las "políticas" que fueron creo 35 había una pertinente
al tema: el luchar contra la "corrupción". Y vale recordar ¿quiénes
firmaron ese acuerdo? Entre otros notables, nada menos que ALEJANDRO TOLEDO Y
ALAN GARCÍA. No estamos haciendo leña del árbol caído ni removiendo la ceniza
de los muertos, pero esa es la triste verdad que algunos intelectuales que no
saben lo que son la lucha de los pueblos, tratan de ignorar. Pues la defensa
del "statu quo" existente para su comodidad es lo que
fundamentalmente les interesa.
EL LENGUJE
AMBIGUO Y DE MEDIAS TINTAS QUE NO IMPORTAN UN COMPROMISO, ES EL QUE CULTIBAN.
MUY POCOS SON COMO CÉSAR HILDEBRANDT QUE SE MANTIENEN EN SUS EN SUS TRECE
LLAMANDO A LAS COSAS Y PERSONAS POR SU NOMBRE.
Que el Año que
viene nos encuentre con menos corruptos paseándose en la calle o en el
extranjero, y con más en la cárcel; aunque la sensibilidad de algunos
intelectuales los lleve a pensar que estamos ante un "linchamiento"
como dicen. Los linchamientos merecen su silencio cuando éstos están contra el
Pueblo.